Vistas de página en total

viernes, 29 de abril de 2011

Algo inherente.

De pequeña solía esconderme debajo del edredón para poder desaparecer , me gustaba esa sensación de libertad, era realmente emocionante percatar los pasos de mi madre entrando en mi cuarto y después oir como me llamaba sin notar mi presencia en ese momento. Era diferente, mi pequeño gran mundo interior, donde podía reunir miles de sueños como una avariciosa creando otros mil más. Me pasaba horas así, y lo ultimo que quería era volver a la vida real.
Ahora tras varios años de experiencia en la vida, añoro mi anterior vida bajo el edredón.



Lejos, es mejor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario